domingo, 23 de octubre de 2011

RENOVAR MI FE. Soy como soy: Creo en Cristo.













Han pasado dos meses desde que escribí por última vez. Dos meses con las vacaciones de por medio y un pequeño enfado con mi obispo, así como otras razones más mundanas.







Antes de marcharme de vacaciones dí mi teléfono para una cita que sólo el obispo puede tener conmigo y hasta hoy. Pero bueno. Voy a comprender que ha habido dos Conferencias: la de Distrito y la Conferencia General de toda la Iglesia de por medio.







Aunque es un sacerdote no deja de ser joven, padre hace unos meses y no deja de ser un ser humano. No pongamos elementos divinos a la gente.







El único ser divino es Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo que nos ayuda en la comunicación con los cielos.







No sé si he explicado en alguna entrada anterior que suelo distraerme con el mundo y sus problemas y abandono mi forma de ser para ser aceptada. Siempre caigo en el mismo error.







Sin embargo; en estos dos meses no he dejado de estar acompañada por Dios y el Espíritu Santo y esa es una gran experiencia que va en cierta forma en contra de lo dicho por la Iglesia.







Dios no te abandona porque dejes de ir a la capilla. Sigue ahí, detrás de tu puerta esperando que le dejes entrar; y si estás preparado para dejar que entre en tu corazón no te abandona. Te sostiene con más fuerza que nunca.







Es una gran experiencia espiritual.







Eso sí que es una experiencia religiosa y no la de Enrique Iglesias.







A pesar del cariño que siento por Patxi; ante su silencio tengo que encontrar paz y tranquilidad en las palabras divinas y en la práctica del yoga.







Soy cristiana y debo no huir de lo que soy, porque lo soy desde mi más tierna infancia defendiendo mi fe en un mundo que ya no cree en nada.














Marian García.