La obra genealógica o vicaria es algo muy importante para nosotros. Nos se basa sólo en hacer un bonito cuadro con los nombres de nuestro abuelos, padres, nosotros y nuestros hijos, si los tenemos, y colgarlo en el salón con un marco precioso. Es mucho más.
Aunque mucha gente no lo sabe, en la religión de la que venimos todos los conversos: la Católica; hacía mucho tiempo, tal vez siglos, que se hacía el bautismo por los muertos para que hallasen la paz y el conocimiento, si aceptaban el Evangelio en la otra vida, y se uniesen a sus familias por lo menos por cuatro generaciones.
Una vez leí de un hombre que había conseguido acercarse en sus antepasados hasta casi Adán y Eva. No era de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días pero, como yo, le encantaba la genealogía.
El otro día hablamos por Portal SUD de que eran los adivinos y los profetas y que Dios utiliza al Espíritu Santo no por sueños ni cosas así. Difiero en ello. Creo que Dios sabe dónde tocarnos para mandarnos un mensaje. Quiero compartir una experiencia que pasó tras la muerte de mi abuelo paterno... Tan cabezota en vida como lo es mi queridísimo padre.
Nos llamaron urgente del pueblo porque se moría y mis padres y mi hermano Jaime, el que me sigue, fueron para allá. Yo me quedé en casa con el pequeño, Pedro María.
Al tiempo, mi abuelo que no era nada creyente pero que se movía como lo hace mi padre por la tradición y las formas de hacer lo que creen es correcto; o sea, aparentar ser creyentes y hacer todo aquello que manda la iglesia: bautizar a los hijos, que hagan la 1ª Comunión, etc... y por supuesto, casarse y decir sus pecados antes de morir; apareció en un sueño haciendo algo que nunca le había visto hacer.
Voy a explicar que solía hacer mi abuelo.
Tenía un huerto donde cultivaba orgulloso su propio tabaco, pero no lo arreglaba como debía ser: era tabaco verde y cada vez que entraba al salón solía decirle:"cuando termines de fumar vuelvo". Él decía que era más sano que el que vendían, pero aquello apestaba. Mi abuela cerraba la puerta del comedor y ni con esas se iba el olor por toda la casa. Otras solía estar pelando verduras con su navaja de la que no se desprendía jamás.
En el sueño lo vi con una coliflor y su navaja. la coliflor era grande y blanca y el cuidaba de arrancar los arbolitos de que se compone esa verdura con cuidado. Me dijo que yo tenía que hacer eso. No me costó saber el significado, pero no me lo creía: ¡Mi abuelo me estaba pidiendo que hiciese la obra vicaria por él! ¡Un hombre que era enemigo de los curas, aunque participase en todas las ceremonias que la Iglesia Católica decía debía tener un fiel, pero luego de visitar las iglesias los domingos nada de nada!
Sigo sin hacer la obra porque una vez lo intenté por Internet y parece que debía ser de miembros ya y en mi familia soy sólo yo y ahora no sé, pero los curas sólo dejaban antes entrar a los hombres a hacer su árbol genealógico.
Supongo que todo es ponerse y buscar, aunque debería buscar en la provincia de donde son mis abuelos paternos.
Dios sí nos revela por sueños si ese es el medio que ve que podemos entenderle. Él sabe que cuando despierto suelo pensar mucho en qué ha significado un sueño que me haya llamado la atención.
Sin embargo, lo importante de este comentario es que nuestros antepasados sí están deseosos de que trabajemos por ellos y hagamos la Obra Vicaria. El templo no es sólo para casarse. Seguramente, la obra más importante es estar unidos con nuestros antepasados directos primero, y luego podemos hacer la obra por los indirectos; o sea, tíos, primos... Yo sé que ya tengo a mí hermana esperándome allí y aunque murió a los siete meses de vida está deseosa de que también la junten con su familia, a pesar de que los niños no precisan la Obra Vicaria si mueren antes de la edad de responsabilidad. Lo único que puedo imaginar de su cara es el rostro de mi sobrina Irati, pues dicen mis padres era igual a mi hermano Jaime y esta "bichita" es su padre pintada.
Pensemos en esto, pues es una de las cosas más importantes junto el matrimonio eterno.
Abuelo, a pesar de que no congeniaban nuestros genios, no olvido tu pedido y a por ello voy.
Marian García.
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